El juego del Monopoly está basado en un juego de mesa más antiguo llamado “The Landlord’s Game”. Tenía dos reglamentos: uno favorecía la igualdad social y el otro, más parecido al laissez-faire capitalista, permitía que los monopolios florecieran. En este último caso, la competencia quedaba aplastada, lo que perjudicaba a los consumidores (el resto de jugadores).
Aunque en el juego se trata de propiedades físicas (teóricamente), ¿las suscripciones son diferentes? ¿Podrían sobrevivir y ser justas en un mercado monopolístico?
Por desgracia, ya hemos visto lo que puede pasar en la reciente disputa entre Pantone y Adobe, así como las implicaciones más relevantes para el mercado UCaaS.
¿Qué es Pantone?
Pantone ofrece estándares para los colores. Si quieres producir un producto con determinados materiales, puedes enviar a tus clientes un librillo o paleta de colores con clientes de opciones de colores impresas sobre ese material. De ese modo, es fácil que distintas empresas de todo el mundo mantengan la uniformidad a la hora de imprimir, desde el diseño hasta la fabricación.
Enviamos el código 5535 C a un impresor, por ejemplo, y sabemos que en nuestra publicidad, camisetas y folletos tendremos el verde British Racing Green.
Pantone gana dinero vendiendo libros y paletas de color (¡y no son baratas!). Así que Pantone es parte de un ecosistema extremadamente rentable y tiene un verdadero monopolio sobre los estándares del color (aunque en realidad no tiene el copyright de estos colores).
Entonces, ¿qué pasó?
Es un poco complicado. Adobe anunció (más o menos) que iba a abandonar la asistencia de Pantone en cuanto al color en su nube Creative Cloud en diciembre de 2021. Aunque anunció que este cambio se produciría en marzo de 2022, realmente se puso en marcha en noviembre de 2022. Desde esta fecha, para conseguir los estándares de color de Pantone en Adobe Creative Cloud, era necesario pagar por otra suscripción. Algunos diseñadores informaron de que sus colores definidos con Pantone cambiaron a negro en los archivos ya existentes.
Esto creó un ciclo de reproches: Adobe reclama que Pantone quiere cobrar directamente; Pantone dice que Adobe no consigue mantenerse al día con sus cambiantes estándares de color.
A simple vista parece que ambas partes tienen algo de razón: algunas de las librerías de color de Pantone en Adobe Creative Cloud llevan años sin actualizarse y Pantone está cobrando por usar su esquema de color mediante un plug-in Adobe CC. ¿El precio? Más o menos lo que pagarías por una suscripción mensual a Photoshop, Illustrator o InDesign.
¿Por qué esto es un monopolio?
Hay múltiples alternativas a Adobe Creative Cloud, como Affinity, Final Cut Pro, Blender o Inkscape. Pero aquí surge un gran problema: los diseñadores gráficos y la mayor parte de los profesionales de la industria creativa se han formado desde sus inicios con los productos Adobe, gracias a los precios tan agresivos que Adobe ofrece a los estudiantes (ganándoselos así al abrirles las puertas de su sistema).
Y en cuanto entras en este mundo creativo, tu empresa seguramente use productos Adobe. Pagamos por licencias de Creative Cloud porque no hay ninguna alternativa real si quieres producir diseños, productos y diferentes artículos sin tener que volver a formar a toda la plantilla.
Su agresiva estrategia de precios y el hecho de dirigirse especialmente a los grupos que se inician en este sector, como los estudiantes, ha conseguido un monopolio real con una enorme cuota de mercado.
Si esta historia ya te suena en el mundo de las UC&C es porque ocurre algo similar con los productos de Microsoft, especialmente con su dominio del software y el sistema operativo. Por supuesto, Teams es la plataforma UC&C de Microsoft y, aunque no es la mejor opción en muchos escenarios de las UC&C (en nuestra opinión), tiene una cuota de mercado enorme principalmente porque es un producto de Microsoft. Se ha promocionado mucho con los MSP y empresas que trabajan sobre todo con Microsoft y sus productos.
La existencia de un modelo “gratuito” de Zoom y Teams también es un problema para los que quieren desafiar el status quo. Esto favorece que los usuarios finales prueben el producto y muchos acercaron el sistema a sus empresas cuando comenzó la pandemia. Aunque Zoom y Teams ofrecían menos prestaciones que otras alternativas, su capacidad para ofrecer un producto gratuito perjudicó a muchos MSP e Integradores de Sistemas. Los mayores proveedores pueden absorber los modelos gratuitos más fácilmente, reduciendo así su competencia.
Los MSP no pueden competir con algo “gratis”. Ni tampoco deberían hacerlo.
Por otra parte, actualmente no hay ninguna alternativa real a Pantone. Si un estándar no funciona prácticamente a nivel mundial, no funcionará. Esto crea enormes barreras de entrada para los nuevos estándares de colores, a menos que una empresa como Adobe cree los suyos propios.
Desde luego no hay nada malo en los estándares. El USB se ha convertido en un estándar habitual, igual que el WebRTC, utilizado en las soluciones Wildix. Sin embargo, el uso de la posición dominante para reducir la oferta sí es un problema.
¿Por qué es un problema para las suscripciones?
Los modelos por suscripción se centran en ofrecer nuevas prestaciones para hacer sus ofertas más atractivas o bien necesitan tener un coste de funcionamiento continuo. En Wildix siempre estamos mejorando nuestros productos, especialmente mediante nuestro sistema operativo WMS 6 y otras características adicionales. La mayor parte de los proveedores UC&C pasan por este proceso de mejora continua (¡aunque a ritmos muy diferentes!). Los pequeños proveedores tendrán que luchar para añadir nuevas opciones debido al tiempo y el coste de su desarrollo y muchos sencillamente venderán un producto que no se actualice con frecuencia y basado en una arquitectura anticuada y defectuosa como Asterisk.
Así que, para nosotros, el coste de funcionamiento continuo consiste en el acceso a la nube, las actualizaciones periódicas en materia de seguridad, actualizaciones por nuevas API y la convicción de que los productos seguirán actualizados y serán seguros por su propio diseño. Para otros muchos, la situación es parecida excepto por lo de ser secure-by-design.
Sin embargo, para productos que son más bien estáticos como los programas de diseño, este coste de funcionamiento continuo desparece. Sí, hay actualizaciones de vez en cuando, pero si no se trata de actualizar las bibliotecas de colores o mejorar constantemente sus medios operativos para mejorar la experiencia general de forma concreta y medible, es en realidad un gasto constante que no devuelve un ROI.
De ser posible, sería mejor comprarlo por su precio completo para ahorrar a largo plazo.
Y si estamos ante un monopolio, será relativamente fácil para las empresas degradar sus servicios mediante el modelo de suscripción y después cobrar más por esos nuevos “extras” como opciones y paquetes adicionales.
Esto es, en efecto, lo que ha hecho Adobe. ¿Qué ocurriría si una empresa UC&C tuviera un monopolio de verdad?
Monopolizando el mercado
El mercado UC&C es bastante parecido. En cualquier mercado, las empresas crecen y se fusionan, reduciendo la competencia. Volviendo al tema original, Adobe compró a su competencia, con la reciente adquisición de Figma.
Si Adobe o Pantone hubieran tenido que vérselas con una competencia de su tamaño, la amenaza de que esta competencia pudiera aumentar su cuota de mercado por las posibles repercusiones podría haber bastado para forzar a ambas partes a negociar una opción más justa para sus suscriptores.
Hay más casos que demuestran cómo los gigantes de la industria se abren camino negociando con la competencia. RingCentral, por ejemplo, ha cerrado muchas operaciones para garantizar que otras empresas usen sus soluciones (o directamente ha comprado a las otras empresas). Son las mismas tácticas que han usado Adobe, Microsoft y otros muchos para que los competidores desaparecieran del mercado.
Cuando la competencia se reduce, las opciones del consumidor también se reducen. ¿Cuántas empresas han reducido sus operaciones en el espacio UC&C solo en los últimos 5 años? ¿Cuántas directamente han salido?
Igualmente, la monopolización reduce las opciones para los Partners. Imagina que solo puedes comprarle a un único proveedor, ¿crees que sus términos y condiciones serían justos y respetarían tu negocio? ¿O te pedirían que pasaras por el aro y, cuando no lo consiguieras, se quedarían con tus clientes? Puede que incluso encuentres que los planes de más valor solo los venda el proveedor, reduciendo tu capacidad de competir con sus ofertas.
¿Por qué va a buscarte una empresa que puede saltarte y conseguir más (¡aunque no tenga muy claro cómo ocuparse de la implantación!)?
Hemos visto lo lento que se mueven los gobiernos. Pasará una década antes de que la legislación se ponga al día con la realidad, especialmente cuando se trata de prácticas contra la competencia.
Entonces, ¿qué deberías buscar en un modelo de suscripción UC&C?
Sin embargo, el coste de entrada en el espacio de las comunicaciones unificadas es relativamente bajo en este momento (al menos en comparación con la creación de un paquete de software para el diseño o un estándar global para los colores). En cualquier caso, el mercado no es inmune a esta monopolización, especialmente a medida que se desarrolla y madura y el coste de desarrollar un producto competitivo aumenta drásticamente.
A medida que los principales agentes se vuelven cada vez más grandes, intentan aumentar sus cuotas de mercado y forzar a los pequeños competidores a reducir su campo de juego.
Ya hemos visto cómo RingCentral se ha tragado a muchas empresas en su intento de ser rentable. Incluso 8×8 se ha sumado a esta tendencia con la compra de Fuze. Y, como ya hemos mencionado, Microsoft cuenta con un largo historial de estar constantemente bajo escrutinio por sus prácticas competitivas.
Así que si buscas un proveedor, deberías revisar el mercado en su conjunto. ¿Quién está buscando ingresos a toca costa? ¿Quién está intentando arrinconar a los demás y convertirse en el único proveedor de las comunicaciones unificadas para los usuarios?
Básicamente, descifra quién está intentando aplastar a los competidores sin preocuparse por el coste para el consumidor.
Wildix considera que la competencia es positiva y que un mercado sano necesita la convivencia de múltiples proveedores que intentan hacerlo mejor que sus rivales. Algunos, sin duda, serán mayores que otros; algunos tendrán más fuerza en áreas concretas. Otros bajarán sus precios al máximo, con independencia de la rentabilidad, y se arriesgarán a sufrir las consecuencias de una loca carrera por bajar los precios. Eso es su decisión, aunque si finalmente quiebran, dejarán a los usuarios temblando.
Lo importante es que la competencia garantiza que todo el mundo tenga opciones y que las empresas mantengan los precios en un nivel razonable.
Porque en un monopolio solo gana el último proveedor que queda en pie.
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