Cómo equilibrar la oficina con el teletrabajo
El smart working ya se ha ganado el derecho a ser considerado mucho más que una tendencia o una ventaja adicional para los que trabajan en oficinas. De momento, no es ni más ni menos que un elemento que se da por hecho de la vida en la oficina.
Ya hemos hablado en ocasiones sobre cómo la pandemia de Covid en 2020 cambió el panorama laboral. Cuando los confinamientos cerraban las persianas, trabajar en remoto se volvió imprescindible para millones de personas de un día para otro. Y aunque estos cierres parecen haber llegado a su fin, las expectativas sobre cómo organizar el trabajo sin duda siguen vigentes. En todo caso, la demanda por el teletrabajo no ha hecho más que crecer y ahora los trabajadores saben que es perfectamente posible hacer sus tareas desde casa. En consecuencia, esperan que sus oficinas les permitan seguir haciéndolo.
Con esto no queremos decir que el teletrabajo es la única y definitiva forma de trabajar. Mantener reuniones en persona dentro de un espacio físico sigue siendo muy valioso. En muchos casos, lo más razonable es esperar que las interacciones cara a cara entre los trabajadores sigan existiendo, incluso en las empresas que más apuestan por el teletrabajo.
En fin, al reflexionar sobre el modelo laboral híbrido, hay preguntas que no se hacen esperar: ¿cómo conjugar el trabajo en casa y en la oficina al mismo tiempo?
Por suerte, trabajar en la oficina no tiene que ser una solución a todo o nada. Asumiendo lo que se conoce como el «trabajo híbrido», los empleados pueden disfrutar de la comodidad del trabajo en remoto y de los beneficios de seguir viendo a sus compañeros en persona.
Ahora bien, ¿cómo configurar esto del trabajo híbrido de la mejor manera? Te ayudamos con estos consejos básicos.
¿Qué es el trabajo híbrido?
En primer lugar, vale la pena dar una explicación más detallada de lo que implica el modelo híbrido cuando hablamos del trabajo de oficina.
Tal y como sugiere su nombre, el «trabajo híbrido» simplemente significa hacer uso del modelo de trabajo en la oficina tradicional junto al teletrabajo. Básicamente, permite un grado determinado de trabajo en casa junto a una cantidad de tiempo de asistencia física en la oficina. A medida que aparecen conceptos como el «futuro del trabajo», esta propuesta ofrece una posibilidad muy interesante.
En cuanto al impacto real en el lugar de trabajo, el modelo híbrido es un compromiso bastante efectivo a caballo entre una apuesta integral por trabajar en un lugar o en otro. Con esta metodología, los que son más productivos en casa pueden aprovechar sus días fuera de la oficina, y aquellos que prefieren un ambiente más estructurado pueden optar por desplazarse para trabajar.
No es de extrañar que el trabajo híbrido tenga una legión de seguidores. Aunque los empleados prefieren con diferencia seguir trabajando en casa, no quieren sacrificar para ello las reuniones cara a cara. Una combinación de trabajo en la oficina y teletrabajo es con creces la opción más popular entre los empleados, aunque acertar con la planificación de este modelo es crucial para que funcione bien.
Dicho esto, aquí van algunos tips para mantener a todo el mundo contento e implicado en el modelo híbrido.
1. Fija expectativas claras
Si tu oficina es una oficina híbrida, los empleados híbridos seguramente ya saben que pueden trabajar desde casa. Pero, ¿cada cuánto pueden hacerlo? ¿Qué días? ¿Cuál es el procedimiento para tomarse un día fuera de la oficina?
Antes que nada, los empleados necesitan saber el «cómo» y el «cuándo» en la opción de smart working de tu empresa. Las expectativas sobre cuántos días se espera que pasen en casa o en la oficina no pueden darse por sentadas. Para facilitar los cuadrantes, es esencial dejar claros los requisitos y los procedimientos desde el primer momento.
Al hacer eso, recuerda que el margen para la ambigüedad debe ser mínimo. Establece claramente qué días son aptos para teletrabajar y cuáles no, si es el caso. No asumas que todo el mundo está en la misma onda a la hora de valorar el número aceptable de días que hay que ir a la oficina. Lo último que los directivos o los empleados quieren es tener dudas sobre cuándo deberán organizarse para los desplazamientos y cuándo pueden trabajar sin quitarse las pantuflas.
2. Deja margen para la flexibilidad
Algo esencial en el atractivo del trabajo híbrido es que no requiere que los empleados trabajen siempre de la misma forma. Con esta premisa, lo más sensato es que tu plan de oficina híbrida no sea demasiado rígido.
Sí, como decimos, lo mejor es fijar límites sobre la frecuencia con la que la plantilla puede teletrabajar. También es lógico esperar que la oficina siga teniendo un uso aunque se compagine con el teletrabajo. Pero estos estándares pueden resultar un tanto engorrosos si no dejan margen para las excepciones: enfermedades, eventos inesperados, accidentes domésticos y un sinfín de supuestos que pueden aparecer repentinamente en la vida de los empleados y obligarles a quedarse en casa. En estos supuestos, lo mejor es permitir el teletrabajo y no exigir a toda costa la presencia en la oficina.
Así que para crear una política de trabajo híbrido que funcione, lo mejor es dar oportunidades a la plantilla para trabajar a distancia cuando lo necesiten por encima del programa establecido a priori para el teletrabajo. Una opción es ofrecer una tanda de días adicionales de teletrabajo; otra es sencillamente dar la conformidad y permitir días extra de teletrabajo cuando sea necesario. En cualquier caso, es importante dejar muy claras las circunstancias en las que esta petición podrá ser denegada.
Recuerda: crear un programa de presencias rígido perjudicará la flexibilidad que tanto adoran los empleados en el modelo de trabajo híbrido.
3. La comodidad, lo primero
En ese sentido, recuerda que el objetivo de un lugar de trabajo híbrido es aumentar la satisfacción de los empleados. Implementar un modelo híbrido con demasiadas complicaciones, excepciones y obstáculos implica que los empleados no estarán satisfechos. Lo más probable es que se sientan presionados para volver a la oficina cada día.
Para estar seguro de que tu plantilla no lo ve de esta forma, diseña tu modelo de teletrabajo poniendo la comodidad del empleado en el centro. Como ya hemos expuesto, esto implica permitir que los días de trabajo fuera se personalicen. Además, también implica estimular y fomentar el teletrabajo con la tecnología y con los protocolos.
Los responsables deben encargarse de que todos los procedimientos para solicitar los días de trabajo en casa resulten muy sencillos. Además, toda la tecnología para el teletrabajo (herramientas de chat, teléfonos VoIP o plataformas de videoconferencias) debería ser fácilmente accesible, a poder ser sin el engorro de tener que acceder antes a una VPN independiente.
Básicamente, no es suficiente ofrecer el trabajo en remoto para adoptar un verdadero modelo de trabajo híbrido. Además, ese modelo debe ser fácilmente accesible desde el punto de vista logístico y tecnológico.
4. Sigue conectado
No se puede pasar por alto otro gran tema de las oficinas híbridas: dejar que los empleados, desde casa y en la oficina, trabajen y se comuniquen entre ellos sin enterarse de dónde están.
A la hora de construir tu modelo de trabajo híbrido, es esencial que facilites que los empleados se sientan siempre conectados con sus compañeros. Sí, en parte esto favorece la colaboración en el trabajo, pero además, sin un medio de contacto frecuente, los empleados que teletrabajan se acaban distanciando de los demás, quedándose incluso aislados.
Combatir esto requiere una política inteligente junto a una tecnología efectiva, especialmente en tu sistema de comunicaciones. Esa plataforma debería favorecer el contacto entre los empleados de forma rápida y sencilla, sin importar si van a hablar de la próxima reunión o a contar un chiste que anime el ambiente.
Conclusión: haz todo lo que puedas para que los más fans del trabajo en remoto no pierdan el hilo de lo que pasa en tu oficina híbrida. Puedes involucrarles en reuniones o tener un chat grupal disponible para emular la pausa del café.
Impulsar una configuración híbrida
Hemos mencionado la tecnología un montón de veces como acompañante de la política real de la empresa. Esto es porque el plan de trabajo híbrido centrado en el empleado es solo una parte del modelo. Sin la tecnología que lleva a casa ese plan, tus empleados no sentirán que la flexibilidad prometida les acompaña.
Así que para crear un modelo de trabajo híbrido que funcione, asegúrate de que optas por una plataforma que sea compatible con él: una que resulte fácil de implementar y ampliar y que además incluya prestaciones que faciliten la conexión con los colegas de la oficina de forma inmediata.
Una plataforma que cumple esos requisitos es Wildix. Trabajando integralmente desde el navegador, la plataforma Wildix proporciona un paquete completo de prestaciones de comunicación, desde el chat a las videollamadas, que se conectan con seguridad sin necesidad de recurrir a SBC o VPN adicionales. Descubre más sobre por qué Wildix es genial para las configuraciones de teletrabajo y trabajo híbrido.
En fin, si te decides por implementar una oficina híbrida, te recomendamos que lo hagas inspirándote en esa idea de conectar a los trabajadores y al mismo tiempo darles libertad en sus movimientos. Ahora que el teletrabajo es lo más habitual y no solo un beneficio puntual, mantener la moral y la lealtad de los empleados requiere un modelo en el que la oficina esté disponible pero no sea obligatoria. Pon en marcha este sistema correctamente y verás que la configuración del lugar de trabajo se adapta (e incluso impresiona) a los empleados y a sus preferencias, sean (casi) cuales sean.
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