Para mí, como ejemplo, es fácil cocinar pasta carbonara o correr 10 km sin parar, mientras que es difícil leer un libro escrito en alfabeto cirílico.
Cada uno de nosotros encuentra unas cosas fáciles y otras difíciles, y todo ello depende de con frecuencia hagamos dichas cosas. Si estudiara idiomas diversas horas al día (como mi hermano Dimitri), en poco tiempo probablemente leer un libro en cirílico me resultaría más fácil.
Así que, en lugar de fácil, es más honesto utilizar el concepto de “inmediato”, lo que implica algo fácil para todos, porque ninguno ha necesitado horas y horas de formación para hacerlo bien.
(Y no me habléis de talento, porque hay quienes afirman que solo la formación cuenta y que la “vocación” no existe)
Lo mismo ocurre para las UCC: un sistema es de verdad fácil si su uso es inmediato. Es decir, si con un clic encuentro aquello que me sirve y no tengo que volverme loco interfaces, enlaces y procedimientos complejos. ¡No me compro un libro de ruso si no entiendo cómo debo leerlo!
Si soy un empleado y debo utilizar todos los días un sistema de comunicación y colaboración, esto no debe aportar ningún problema en absoluto mientras desarrollo mi trabajo. Si soy un instalador, como tú, en cambio, deseo que lo que instalo no requiera formación de meses y que el desarrollo sea rápido.
Al mismo tiempo, no obstante, un sistema UCC no puede ser tan “fácil” de usar que su única función es el botón de llamada. Y poco más.
Pues bien, el cliente final lo compra porque es una oferta de un operador que, prácticamente regala este servicio en combinación con la línea telefónica. Y, por tanto, la calidad del producto es cero al igual que su precio.
Pero es tan fácil que todo el mundo puede partir de cero y usarlo, no se necesita un especialista como tú. Fácil e inmediato pero no cumple las funciones que se pagaron.
Lo que un sistema UCC debe hacer es – aumentar la productividad, ser un instrumento de negocio y garantizar la seguridad al 200%. Y, al mismo tiempo, garantizar a los usuarios la inmediatez de su uso.
En Wildix hemos adoptado este principio desde el comienzo de nuestra andadura. Y por eso no crearemos nunca productos básicos como el operador, que elimina tu trabajo de colaboración y lo convierten en algo inútil. Si fuera por los operadores, esta categoría ya habría desaparecido.
Los clientes finales siempre van a necesitarte como Managed Service Provider. Porque fácil para Wildix significa RICO EN FUNCIONES con el mismo uso inmediato para los usuarios finales.
Para el operador “fácil” significa “sin ninguna función”, porque no es su especialidad, porque no la quieren por medio cuando van a firmar contratos con otras empresas y porque para ellos, el sistema de integradores debería desaparecer porque son sus competidores.
Wildix, sin embargo, existe porque tú, colaborador, eres parte integrante del valor del producto. Fácil de utilizar, inmediato, con una interfaz de uso sencillo y funciones intuitivas, pero que requiere siempre tu presencia al lado del cliente final porque eres parte del valor que han adquirido.
Si quieres echar un vistazo a lo que me estoy refiriendo cuando hablo de la facilidad e inmediatez del uso y su desarrollo, haz clic aquí y reserva una demo.