Por qué tu negocio necesita su propio lugar en la mente de tu cliente
El increíble poder del branding es la capacidad para conseguir que los clientes conecten automáticamente un deseo específico con una empresa concreta. Pero lo que es más increíble aún es lo distintos que pueden ser estos deseos y las marcas a las que se asocian.
Pongamos un ejemplo: Red Bull. Esta bebida no se asocia con algo tan amplio como “saciar la sed” o “refrescarse” porque estos deseos ya están cubiertos con otras muchas bebidas presentes en el mercado. Al contrario, Red Bull se asocia con el deseo de “energía”: una categoría completamente nueva que la marca creó para su producto.
Estableciendo esta nueva categoría, Red Bull no solo se ha diferenciado de la competencia, también se ha convertido en la principal solución específica para los consumidores que sienten un deseo de “energía”.
En pocas palabras, ese es el valor del posicionamiento, tal y como se insiste en el libro Posicionamiento: la batalla por su mente de Al Ries y Jack Trout. Según estos expertos, el posicionamiento es simplemente alinear tu marca con una necesidad concreta que los consumidores tienen.
Para conectar con los consumidores, tienes que captar su interés de forma específica y no genérica. La mente de tus clientes ya está llena de marcas que cubren sus necesidades genéricas, ya saben a quién quieren comprarle sus deseos genéricos como “necesito un nuevo dispositivo electrónico” o “necesito más artículos de oficina”. Como esas decisiones se toman a un nivel lógico y emocional, es casi imposible que las cambies.
Sin embargo, especialmente para las pequeñas empresas, es mucho más sencillo encontrar un espacio en la mente del consumidor que todavía no haya sido ocupado por ninguna marca. En otras palabras: publicitar tu negocio creando un nuevo nicho con el que el cliente identifique tu marca.
Bueno, ¿y qué tiene que ver todo esto con las UCC? Veamos: en UCC, además, tu empresa tiene que dirigirse a una necesidad particular de los clientes.
Puedes conseguir esto del mismo modo en que Red Bull consiguió su éxito: dirigiéndose a una nueva necesidad específica en lugar de a una que ya estaba cubierta por otras marcas.
En lugar de las comunicaciones en general, piensa en comunicaciones para call centers o para páginas web de ventas. Este enfoque centrado y específico aporta a los clientes información precisa sobre por qué debería elegir tu propuesta en lugar de optar por otras marcas que ya conoce. Aún mejor: estas estrategias harán que tu marca pase a ser la empresa en la que los consumidores piensan directamente cuando se encuentran con los problemas específicos que tú solucionas.
En este punto, te estarás preguntando cómo crear tu propio posicionamiento. En general, la respuesta se deduce de estos dos puntos:
- Lo que ya estás haciendo bien
- Los resultados que puedes conseguir (no los productos)
El primer aspecto debería ser obvio, sin duda. Probablemente tu empresa ofrece un servicio en particular que se te da especialmente bien, así que pon el énfasis en vender y hacer publicidad y conviértelo en una promesa de valor comercial concreto.
En cuanto al segundo, lo que debes recordar es que, en el fondo, los clientes no se preocupan mucho sobre los productos en sí (en realidad se preocupan por pagar un precio justo por algo que solucione sus problemas comerciales). Para destacar en su cabeza, necesitas transmitirles con firmeza cómo puedes proporcionarles esa solución.
A medida que consolidas tu marca propia, lo más importante es crear una asociación con el beneficio concreto que ofreces y la necesidad que lo precede. Apuesta por el poder del branding bien focalizado y conviértete en la empresa en la que piensan tus clientes cuando les viene a la mente un deseo comercial que necesitan cubrir.
Yendo al grano: si quieres prepararte para el éxito, posiciónate. Porque si quieres que tu negocio crezca, primero tienes que ser bueno siendo pequeño.