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Desde el VoIP hasta las Comunicaciones Unificadas y WebRTC
Actualmente, la carrera armamentística más desesperada ha dejado de centrarse en producir bombas cada vez más destructivas para centrarse en cómo romper la seguridad digital. Igual que ocurría con la amenaza nuclear, uno de los principales adversarios en este campo es Rusia, cuyos esfuerzos por infiltrar bases de datos virtuales se ha ampliado enormemente, contaminando desde organizaciones políticas hasta plantas energéticas y demostrando que las incursiones pueden ser tan efectivas como escurridizas.
Aun así, los servicios de inteligencia gubernamentales de distintos países del mundo han logrado registrar e identificar algunas de estas amenazas originadas en Rusia. En su investigación, estas agencias han desvelado la identidad de los grupos responsables y las principales metodologías empleadas en los ciberataques.
Ahora que Rusia está protagonizando despliegues físicos en el mundo, no hay palabras para enfatizar la importancia de comprender cómo operan estos grupos para los expertos en comunicaciones digitales. Si te preocupa mantenerte a salvo, es fundamental que seas consciente de los peligros que hay ahí fuera.
Una de las figuras que sobresalen en la lista de delincuentes digitales de Rusia es Snake, un colectivo de hackers que parece estar en funcionamiento desde 2004. La asociación está considerada por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución de Alemania (BfV) como el “Santo Grial del espionaje” y recibe la máxima clasificación posible en el índice de amenazas persistentes avanzadas (Advanced Persistent Threat o APT).
El primer ataque conocido de Snake fue realizado en diciembre de 2017, cuando el malware que infectó el Ministerio de Exteriores alemán empezó a tomar el control de sus ordenadores para entrar en sitios web falsificados. Esto permitió a Snake recoger datos de los servidores del Ministerio y acceder a documentación clasificada.
Por suerte para los investigadores, sin embargo, los ciberatacantes dejaron dos nombres de usuario en las bases de datos hackeadas: “Vlad” y “Urik”. A pesar de su vaguedad, estos nicks sirvieron para encontrar un rastro de los ataques hacia la empresa rusa Center-Inform. Como Center-Inform tiene vínculos conocidos con el Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB), las comunidades de inteligencia a nivel mundial han concluido que Snake opera como un grupo de ciberataques patrocinado por el Estado ruso.
Tanto el BFV alemán como la agencia de inteligencia canadiense CSE describen el malware creado por Snake como un “genio” por su diseño. Este piropo revela principalmente la efectividad del malware a la hora de ejecutar ciberataques reales: cuando infecta un ordenador, un hacker puede utilizarlo para recoger datos ilícitamente sin mucho esfuerzo.
Por supuesto, esto solo ocurre cuando los dispositivos están infectados. Sin embargo, como muestran otros ejemplos, esta infección inicial no siempre es consecuencia de una entrada por la fuerza en el sistema.
Si seguías la política americana en 2016, este nombre te sonará de algo. Fancy Bear, también conocido como APT28 o Sofacy, irrumpió en los medios tras ser vinculado con los ciberataques ejecutados en la campaña presidencial de Hillary Clinton, el Comité Nacional Demócrata y el Comité de Campaña del Congreso Demócrata en 2016. Sin embargo, se cree que el grupo es responsable de otros ataques entre 2014 y 2018 en entidades de alto perfil, incluyendo la Agencia Mundial contra el Dopaje, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas y el laboratorio químico suizo Spiez.
Los objetivos de Fancy Bear no se limitan a los Estados Unidos y la parte occidental de Europa, ni tampoco se conforman con atacar organizaciones. Otras notables víctimas de los ciberataques del grupo incluyen a periodistas de Rusia, Ucrania y Moldavia que son críticos con Vladimir Putin. Entre 2014 y 2016, entre las operaciones rusas en Ucrania y Crimea, los ciberataques relacionados con Fancy Bear incluso afectaron a unidades de artillería ucranianas, dejándolas inoperativas.
Los objetivos de Fancy Bear coinciden ampliamente con los intereses estatales de Rusia, por lo que es fácil asumir que están asociados con el Kremlin. Además, las investigaciones desarrolladas por la firma de ciberseguridad CrowdStrike, el Ministerio de Exteriores y relaciones con la Commonwealth de Reino Unido y la Oficina del Asesor Legal de Estados Unidos vinculan a Fancy Bear con el gobierno ruso y la agencia de inteligencia rusa GRU.
Lo que hace que Fancy Bear destaque entre los ciberataques es su metodología. El grupo normalmente no obtiene los datos mediante una infiltración por la fuerza sino por la ingeniería social: crea sitios webs que engañan a los usuarios para que introduzcan datos confidenciales. Muchas de sus campañas han sido incluso el resultado de comunicaciones telefónicas que inducen a los destinatarios a compartir sus credenciales de inicio de sesión (conocido como phishing o, en el caso de dirigirse a una persona o cuenta importante, spear phishing). Cuando los objetivos hacen clic en estos sitios webs o introducen sus credenciales, Fancy Bear infecta el dispositivo que ilícitamente recoge datos del propio dispositivo y su red.
Fancy Bear es muy efectivo al cumplir lo que se propone y es incluso capaz de realizar varias campañas de hackeo simultáneas. Sin embargo, está muy lejos de ser el único grupo ruso que recurre a este tipo de técnicas.
Otra entidad con fuertes lazos con Rusia conocida por hacer un intenso uso del phishing es Cozy Bear, también llamada APT29 o The Dukes. Con actividad al menos desde 2008, se cree que Cozy Bear está asociada con el Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR) y ataca redes gubernamentales en Europa, especialmente en los Estados miembros de la OTAN. Otros objetivos del grupo incluyen think tanks y, según parece, también el Comité Nacional Demócrata en Estados Unidos.
El ciberataque más impactante de Cozy Bear tuvo lugar en 2020 con una fuga de datos masiva en SolarWinds. SolarWinds, una firma tecnológica estadounidense, fue infiltrada por seguidores de Cozy Bear para colocar malware de recogida de datos en el principal sistema de la empresa. Esta acción no tardó en expandirse hasta alcanzar miles de víctimas ya que SolarWinds distribuyó el código alterado sin saberlo mediante una actualización, transmitiendo el problema a sus principales clientes, incluyendo Microsoft, Intel y el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Igual que Fancy Bear, Cozy Bear utiliza spear phishing como su principal medio para acceder a los sistemas, con enormes campañas que aspiran a conseguir las credenciales de personajes importantes en organizaciones clave. El grupo es conocido por su tremenda persistencia en estos esfuerzos, y no duda en renovar sus intentos contra un mismo objetivo si pierde el acceso conseguido.
Aunque es el principal nombre con el que se conoce a este grupo, también se llama Voodoo Bear en algunos círculos. Pero con independencia del nombre que tenga, Sandworm es uno de los ciberatacantes vinculados con Rusia con peor reputación.
Asociado con el GRU, el Departamento Central de Inteligencia ruso, el grupo llevó a cabo el mayor ciberataque único en la historia con sus ataques de malware a NotPetya, que en 2017 afectó simultáneamente a Francia, Alemania, Italia, Polonia, Reino Unido, Estados Unidos y especialmente a Ucrania, costando a las víctimas un total de 10 mil millones de dólares en daños.
En acciones más recientes, Sandworm ha desarrollado un malware llamado Cyclops Blink, que agentes malintencionados han logrado colocar en dispositivos de red producidos por el proveedor de seguridad IT Watchguard. Según las agencias de inteligencia estadounidenses, Cyclops Blink es un digno sucesor del programa VPNFilter de Sandworm. Años antes, VPNFilter infectó redes de rúters y se propagó a medio millón de equipos, convirtiéndolas en una botnet global controlada por Sandworm y, en consecuencia, por el GRU.
¿Cuál es el objetivo final de VPNFilter? O, en este caso, ¿cuál es el objetivo de Cyclops Blink? La verdad es que no lo sabemos del todo. Si bien es probable que Sandworm haya instalado este malware con propósitos de vigilancia, es igual de posible que estén implementando una infraestructura digital para encubrir las comunicaciones con origen en Rusia. Igualmente, la razón podría ser sentar las bases para una alteración masiva de las redes afectadas. A este respecto, vale la pena recordar que Sandworm fue capaz de tumbar partes importantes de la red eléctrica ucraniana en 2015.
La buena noticia es que, en el caso de Cyclops Blink, Watchguard consiguió solucionar con éxito la vulnerabilidad que Sandworm utilizó para acceder y los usuarios pudieron deshacerse del malware limpiando sus dispositivos y reinstalando el software. Sin embargo, el ejemplo ilustra perfectamente que el hardware personal puede ser un vehículo para herramientas que involuntariamente faciliten ciberataques.
Por mucho que estos grupos quieran mostrarse como ocultos e imparables, lo cierto es que ninguna de sus metodologías garantiza el acceso que buscan. Incluso cuando expertos piratas informáticos acechan en la red, una combinación de buenas prácticas de seguridad y un software con diseño inteligente son aliados extraordinarios para mantener la seguridad.
Entre estas buenas prácticas, la principal es contar con formación contra los intentos de phishing. Es decir: no hacer clic en enlaces sospechosos, no responder a correos electrónicos de spam y nunca contestar mensajes con tus credenciales de acceso o la información para recuperar tus cuentas. Con el simple hecho de guardar distancias con webs y archivos sospechosos, estarás protegiéndote. Sin embargo, lo mejor es que consideres también incorporar mecanismos adicionales de seguridad en las cuentas importantes con la autenticación de doble factor o el inicio de sesión único.
En cuanto a la infraestructura del sistema, pasar del hardware instalado en una sede física a la nube también ofrece protección virtual reforzada. Piensa en cuántas veces los ciberatacantes utilizan malware que aprovecha el hardware para ejecutar sus acciones: cuando el sistema pasa a la nube, este riesgo se mitiga notablemente porque las vulnerabilidades se solucionan en cuanto se lanza el hotfix correspondiente y porque ya no existe un dispositivo de hardware tradicional que se pueda infectar.
En términos generales, por supuesto, sigue valiendo la pena utilizar un sistema que cuente con protocolos de seguridad inteligentes. En lo que respecta a las comunicaciones digitales, Wildix destaca por contar con una estructura completamente segura por diseño, desde su concepción, gracias a la combinación de tecnologías que protegen a los usuarios de infiltraciones y fisgones indeseables sin VPN, SBC ni otros productos añadidos. Puedes leer más sobre las prácticas de seguridad de Wildix en nuestra guía.
Con independencia de lo que hagas y lo que elijas, hacerlo con total seguridad nunca ha sido tan esencial como ahora. A medida que Rusia actúa en Ucrania, es más fácil que lancen potentes ciberataques y se dirijan al hardware extranjero para redoblar sus actuaciones en el proceso militar. Si quieres alejarte de estos esfuerzos bélicos, empieza por conocer los métodos de ciberataque más comunes en Rusia y por mantener tus dispositivos a salvo frente a ellos.
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Para bien o para mal, casi todos nos hemos acostumbrado ya a la recopilación de nuestros datos. Desde las cookies en las páginas web al seguimiento de los términos de búsqueda, nuestra actividad en internet siempre está monitorizada de una forma u otra y hemos llegado a un punto en que la aceptación general valida esta práctica sin mucha reflexión.
Dicho esto, por mucho que estamos habituados a ese nivel de seguimiento digital, nos choca profundamente saber que en los sistemas de telefonía empresarial se produce un seguimiento similar. Después de todo, es muy poco habitual que los teléfonos fijos recopilen nuestros datos, principalmente porque, para la mayoría de las empresas, las llamadas de voz contienen valiosa información confidencial.
Entonces, ¿qué ocurre si sospechas que tu sistema de telefonía tiene la capacidad de escuchar activamente lo que dices?
O peor aún, ¿qué ocurre si no sabes quién está poniendo la oreja al otro lado del auricular?
Estas cuestiones son especialmente relevantes para los responsables de las empresas que se han visto afectadas por la grave revelación que afecta a los teléfonos del proveedor chino Yealink y especialmente a sus equipos T54W, que ha despertado mucha preocupación sobre la privacidad y la seguridad del hardware de esta empresa.
El 28 de septiembre del año pasado, el Senador estadounidense Chris Van Hollen (D-Md) envió una carta al Departamento de Comercio de EE UU comunicando un informe realizado por la consultora Chain Security. En dicho informe, Chain Security observó numerosos fallos de seguridad en los dispositivos Yealink, junto a varias funciones que parecen estar recopilando intencionadamente los datos de los usuarios.
Y hay algo más preocupante: el informe de Chain Security concluyó que es “altamente probable” que Yealink esté compartiendo información de sus clientes directamente con el gobierno chino, especialmente a través de su hardware.
Esta recogida de datos se produciría principalmente gracias al modo en que los teléfonos Yealink interactúan con las redes y los PC de la empresa. En concreto, los equipos Yealink utilizan una plataforma de administración de dispositivos (DMP) para conectarse a los programas que se ejecutan en el ordenador. En casi todos los casos, esto sería completamente normal para la amplia mayoría del hardware VoIP que se conecta a un sistema basado en el PC.
Lo que ya no es tan normal (al contrario, es más bien alarmante) es que la DMP de Yealink sea capaz de grabar llamadas de voz e incluso de rastrear el historial web en un PC conectado sin que el usuario lo sepa.
Según el informe de Chain Security, el DMP de Yealink “recopila y conserva la IP WAN” del equipo del usuario y puede registrar todo el tráfico web de los equipos que tiene conectados. Esto se suma a que la DMP recopila grabaciones de llamadas realizadas en el teléfono o en los dispositivos conectados al teléfono.
Vale la pena insistir en todo esto, especialmente porque la DMP de Yealink puede ser operada por un empleado de Yealink a distancia, que además puede usar la plataforma para acceder a los datos recogidos (la dirección IP, el tráfico web y todas las llamadas grabadas).
Y la preocupación no acaba aquí: usando el DMP de Yealink, los empleados remotos de Yealink pueden activar cuando quieran la grabación de una llamada activa y conservar la grabación.
No parece que Yealink utilice este acceso de forma puntual. Chain Security también apunta que durante la “actividad normal”, los teléfonos de Yealink se comunican con los servidores AliCloud, bajo control chino, sugiriendo un control e interceptación potencial como el que hemos apuntado en párrafos anteriores.
Haciendo una analogía, tal vez no veamos la llama, pero la actividad de supervisión combinada con el contacto con el servidor sin duda emite un montón de humo. (Y aún resulta más sospechoso si consideramos los estrechos y permanentes vínculos de Yealink con el gobierno chino y el hecho de que compartan datos continuamente con las autoridades, según recoge Chain Security).
Más allá de estos problemas, los equipos Yealink en cuestión parecen tener evidentes defectos de seguridad que pueden comprometer todo un servidor de una empresa.
Chain Security destaca que los teléfonos de Yealink están “preconfigurados para aceptar credenciales de conexión y acceso al dispositivo de 187 autoridades de certificación digital ‘fiables’”. En otras palabras: sin que el usuario sea consciente de ello, los equipos de Yealink pueden ser accesibles para una enorme cantidad de entidades adicionales, por lo que si alguna de ellas lo considera, podrá entrar fácilmente a las redes de los usuarios finales de Yealink.
Es más, ni siquiera es necesario que los hackers sean una autoridad “fiable”. El acceso desconocido al equipo queda abierto por su incapacidad de proteger frente a intentos de inicio de sesión de fuerza bruta, por lo que los hackers son perfectamente capaces de acceder simplemente adivinando la combinación de nombre de usuario y contraseña.
Como si todo esto no fuera bastante grave, los dispositivos de Yealink no cuentan con las firmas digitales habituales en el sector para autenticar los cambios en el firmware. En consecuencia, si actores externos consiguen acceder a los teléfonos, instantáneamente podrán modificar el software siempre y cuando el nuevo firmware sea compatible con el hardware.
En otras palabras, esto implica que un hacker puede instalar firmware que controla no solo lo que se graba en el teléfono Yealink (usando la recogida de datos como ya hemos expuesto), sino que también accede a la actividad de toda la red de la empresa.
Todo esto nos deja con un teléfono que puede grabar llamadas, direcciones IP y actividad web (en cualquier momento y sin que el usuario final lo sepa) y compartir estos datos con terceros.
Aunque es sencillo e incluso natural asumir que los datos acabarán en Yealink o incluso en el gobierno chino, es igual de posible que agentes completamente desconocidos puedan aprovechar la vulnerabilidad de estos teléfonos para sus propios fines. En cualquier caso, el resultado es cualquier cosa menos deseable para las empresas.
Según todos los indicios, incluso en una época en la que la recogida de datos es algo que se da por descontado, la arquitectura de seguridad de los teléfonos de Yealink permite un grado de vigilancia muy por encima de lo que cualquier empresa está dispuesta a soportar.
Todo esto constituye una seria advertencia para cualquier interesado en los teléfonos Yealink, pero también podemos sacar conclusiones más amplias en materia de seguridad.
En primer lugar, cabe insistir en que usar este ejemplo para desconfiar de todos los productos de hardware de origen chino sería ridículo. Después de todo, una enorme cantidad de dispositivos se fabrican en China y no presentan ninguno de estos problemas.
El problema serio en realidad es una cuestión de seguridad y confianza en general. Como muestra este ejemplo, el hardware de comunicación tiene un potencial increíble para inmiscuirse en tu privacidad, hasta el punto de actuar como un dispositivo de vigilancia encubierto justo encima de tu mesa de trabajo.
Para mantenerte seguro es fundamental que puedas confiar en tu proveedor de dispositivos VoIP. El proveedor tiene que ser capaz de demostrar que cuenta con medidas de seguridad efectivas y además que mantiene una sólida voluntad de renunciar a controlar los dispositivos, sin perjuicio de la instalación de las actualizaciones necesarias, siempre con tu conocimiento.
Al valorar un nuevo proveedor, hay un montón de preguntas importantes que puedes hacerte. Por ejemplo, ¿cuánto te cuenta tu proveedor sobre los parámetros de seguridad que tiene su hardware? ¿Qué papel juega el proveedor en la gestión del dispositivo una vez te lo ha vendido? ¿Qué vínculos tiene tu proveedor con otras entidades que pueden desear tu información comercial?
Por encima de todo, si un proveedor mantiene, por ejemplo, un acceso permanente a la DMP, mejor que estés atento. La posibilidad de ejercer un control a distancia de esta forma seguro que implica un pobre diseño de seguridad en el mejor de los casos o un intento activo de fisgonear tus datos en el peor escenario.
Para mantener la seguridad de tu empresa, es esencial valorar estos factores con la misma importancia que otorgas a otros aspectos de la seguridad. Si no puedes confiar en que tu proveedor protege tu privacidad, ¿vale la pena que sea tu socio tecnológico? Si además es evidente que está compartiendo datos con un gobierno activo en la guerra de la información, la situación se vuelve mucho más problemática.
Al ponderar tus opciones de hardware, no pienses solo en la seguridad en términos generales. Igual de vital es tener en cuenta cuánta confianza puedes depositar en tu proveedor a la hora de mantener tu seguridad (o, más importante aún, si el propio proveedor es una amenaza potencial para la seguridad).
Para ver cómo Wildix implementa la seguridad en los sistemas UCC, consulta nuestra guía gratuita.
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La efectividad de una solución de comunicaciones unificadas y colaboración depende de los elementos que la componen. Tratándose del principal canal de información de tu organización con clientes y colaboradores, tu sistema VoIP tiene que contar con componentes de alta tecnología para funcionar correctamente y con total seguridad.
Pero ¿cómo identificas algo tan importante, especialmente si no tienes muchos conocimientos técnicos? Una de las formas más sencillas es comprobar si la solución usa WebRTC, un componente muy efectivo de la tecnología VoIP.
Para que comprendas el porqué, en esta publicación explicamos en detalle qué es el WebRTC y cómo funciona.
Abreviatura de “Web Real-Time Communications” (Comunicaciones Web en Tiempo Real), WebRTC es una tecnología de Internet que se creó el 2011. La tecnología en sí es una colección de API Javascript: funciones y comandos creados a partir de código ya existente en navegadores web. Su propósito es recoger datos introducidos por los usuarios y después transferir esta información directamente a una segunda parte.
En concreto, WebRTC es Open Source, por lo que cualquiera puede hacer adiciones al código, desarrollarlo o utilizarlo de forma completamente gratuita. Esto es genial para los desarrolladores, porque WebRTC es tremendamente útil a la hora de crear una gran variedad de herramientas de comunicación web.
La mayor ventaja de esto es su usabilidad. Como hemos dicho anteriormente, WebRTC permite la recogida y transferencia instantáneas de datos, proporcionando un medio muy eficiente para establecer comunicaciones en línea. Aunque es más conocido para la voz y el streaming, también sirve para intercambiar otros datos como texto y archivos varios.
Sin embargo, lo más revolucionario del WebRTC es que funciona completamente como un componente web completo. Tanto si envías como si recibes información, esta tecnología siempre se ocupará de la operación por sí misma, sin plug-ins adicionales. Esto implica que cuando una aplicación usa WebRTC, nunca necesitará que instales nada adicional para realizar las comunicaciones en tiempo real.
Otra ventaja destacable es que el WebRTC se ocupa de las transferencias de datos con conexiones peer to peer. En lugar de acudir a un servidor, la información fluye directamente de un usuario a otro. Esto mejora su facilidad de desarrollo y su usabilidad al simplificar el proceso de comunicación en su conjunto.
Por tanto, no resulta sorprendente que una de las principales ventajas del WebRTC es que permite a las soluciones VoIP o incluso a las aplicaciones de videollamadas funcionar directamente en el navegador.
En otras palabras, un número muy significativo de servicios UCC y VoIP requieren que los descargues e instales para funcionar. Si solo usas las UCC para videoconferencias ocasionales, puede ser un poco engorroso abrir una aplicación adicional a diario. Por otra parte, si trabajas desde tu navegador, estar cambiando de un programa a otro hace que pierdas tiempo y te desconcentres.
Pero con WebRTC, los usuarios no tienen que complicarse con estos procesos. La naturaleza de esta tecnología permite que tus comunicaciones se realicen directamente desde el navegador, solo tienes que iniciar sesión.
Como el WebRTC funciona mediante codificación web, esta practicidad se extiende a todos los principales navegadores. Google Chrome acepta sin problemas todo el contenido WebRTC, igual que Mozilla Firefox, Safari y Microsoft Edge. Lo mismo ocurre con los navegadores para móviles, por lo que no necesitas una aplicación móvil independiente para usar estas herramientas en cualquier lugar.
Considerando la frecuencia con la que los ciberataques se dirigen a los sistemas UCC, es especialmente importante que el WebRTC incluya tantas medidas de seguridad incorporadas.
En concreto, WebRTC establece sus comunicaciones mediante conexiones peer to peer directas. Esto implica que, en lugar de enviarlas a un servidor de terceros, llegan directamente al otro usuario. En consecuencia, solo acceden a tus comunicaciones dos entidades, ni una más: tú mismo y la persona con la que te comunicas. Durante todo el proceso, en ningún momento tus datos son accesibles a un hardware adicional o a otros técnicos.
Esto es de vital importancia para la seguridad porque minimiza los pasos en los que tus datos pueden ser interceptados de forma ilícita. Si tus comunicaciones se dirigen a un servidor externo, los hackers pueden ser capaces de interceptar tus datos allí. Si los técnicos tienen acceso a tu conexión o los datos están descargados, también es posible que los piratas los consigan. Eliminando estas vulnerabilidades, WebRTC limita la forma en que los hackers pueden acceder a tus datos y mantiene la seguridad de tus comunicaciones.
Sin embargo, incluso sin servidores, teóricamente los datos podrían ser pirateados durante su transferencia peer to peer entre aplicaciones. Por suerte, WebRTC incluye medidas integradas para evitarlo.
WebRTC también cuenta con cifrado de datos, protocolos que codifican tu información para evitar un acceso no deseado. Dos elementos—Datagram Transport Layer Security (DTLS) y Secure Real-Time Protocol (SRTP)— trabajan en equipo en este proceso.
En consecuencia, tus datos están cifrados con códigos que son:
Todos estos factores garantizan que las oportunidades para que los piratas accedan a tus datos sean ínfimas. Incluso si los interceptan, no tienen ninguna posibilidad de descodificarlos y, en consecuencia, de usarlos.
WebRTC también proporciona protección incorporada frente a los intrusos al estar íntegramente alojado en tu navegador. Como el WebRTC no requiere que instales nada para funcionar, no existe en ninguno de los archivos de tu ordenador. Así, aunque los hackers accedan a tu equipo a distancia, no podrán acceder a tu sistema de comunicaciones desde él.
Por último, como el WebRTC funciona directamente desde el navegador, se actualiza automáticamente cada vez que se actualiza el navegador. Así, solo tienes que refrescar el navegador para conseguir la última versión de esta herramienta, agilizando la experiencia en general y evitando inoportunas esperas.
Por todos estos motivos, Wildix está directamente basado en WebRTC. Por todos estos motivos, Wildix es tremendamente seguro y fácil de usar.
Gracias al WebRTC, Wildix pone a tu disposición un paquete completo de herramientas de comunicación accesibles en tu navegador. Tendrás acceso al chat, las videoconferencias e incluso a webinars completos sin descargar nada.
En cuanto a la seguridad, Wildix refuerza su protección al estar basado en la tecnología WebRTC. Con conexiones directas peer to peer y un cifrado nativo para todos tus datos, Wildix logra la máxima seguridad para tu información sin sacrificar la usabilidad.
Gracias a su gran potencial para las empresas y su alta efectividad, Wildix exprime al máximo el WebRTC para ofrecer una solución UCC realmente efectiva. A medida que los sistemas de comunicaciones modernos crecen, Wildix sigue liderando el mercado utilizando y expandiendo esta estupenda tecnología de código abierto.
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