Lo que hay que saber para entender cómo funcionan las comunicaciones de voz en la actualidad
En términos básicos, la telefonía es solo la tecnología que usamos para hablar con otra persona a distancia.
Sin embargo, en realidad, todos sabemos que la definición es mucho más compleja.
Actualmente, para examinar distintos sistemas telefónicos hay que observar y comparar distintas versiones de tecnología. Algunas personas pueden pensar en los clásicos teléfonos fijos de disco y otras pensarán en dispositivos con pantallas táctiles. Pero estos equipos finales no tienen nada que ver con las redes que hacen que funcionen ni con el profundo y oscuro océano de detalles técnicos y acrónimos que acechan bajo la punta de este proverbial iceberg.
En pocas palabras: a medida que la tecnología sigue avanzando, la cuestión de qué es la tecnología resulta cada vez más difícil de resolver con claridad. Aunque no es una cuestión que surja con frecuencia entre los particulares, por mucho que cada día usen más sus teléfonos móviles para las telecomunicaciones, la cuestión es increíblemente relevante para las empresas que se plantean cómo configurar su estructura tecnológica.
La cuestión ya no es “qué es la telefonía”. Ahora, las empresas también deben preguntarse por la definición de analógico, digital, IP, SIP y otras muchas opciones que se suman a la lista. Pero, más allá de definir este tipo de tecnología, vale la pena preguntarse: ¿Qué variedad será más beneficiosa para tu empresa en concreto? ¿De verdad es tan importante actualizar tu sistema al último modelo o puedes seguir funcionando con las versiones anteriores?
Vamos a considerar los medios de comunicación que son mejores para tu empresa definiendo y evaluando los tipos de telefonía disponibles actualmente.
Los orígenes del teléfono y la telefonía analógica
El modelo original para conectar varias casas y empresas mediante la voz se estableció por primera vez a finales del siglo diecinueve. Para crearlo, quienes lo diseñaron fijaron hilos de cobre en las paredes de cada ubicación y los conectaron a través de una extensa red.
Esto es importante para hablar sobre la telefonía analógica actual porque, a pesar del tiempo transcurrido, su funcionamiento no ha cambiado mucho.
El servicio telefónico convencional, también conocido como “plain old telephone system” (POTS), es la telefonía analógica que usa cables de cobre conectados a una amplia red de operadores y otros teléfonos. La configuración es tan sencilla como colocar un teléfono en la pared y dejar que tu servicio de telefonía se encargue de todas las demás conexiones.
Por supuesto, la telefonía analógica conlleva una serie de inconvenientes. El principal es que su cableado de cobre es bastante caro, tanto por el material como por la instalación, y llevarlo a una habitación concreta o conectar más teléfonos a la red exige instalar físicamente más cables dentro de las paredes.
Además de eso, la verdad es que esto del POTS se está quedando muy atrás. Muchos países están tratando activamente de acabar con las redes de cableado de cobre por la falta de demanda y es poco probable que el apoyo de los usuarios se recupere en un horizonte temporal razonable.
Como hecho histórico, la telefonía analógica es importante para la comprensión de este tema. Sin embargo, como inversión, es costosa y limita el uso de la telefonía a las llamadas de voz, por no hablar de la rapidez con la que se seguirá depreciando en unos años.
Telefonía digital
A finales de los años ochenta, la evolución de la tecnología digital en el trabajo aumentaba a un ritmo decidido a dejar atrás las opciones analógicas. Era cuestión de tiempo que los teléfonos recibieran también el golpe. Esto ocurrió en 1988, cuando las empresas implementaron la telefonía digital.
Como formato, la telefonía digital es bastante similar a su antecesora analógica. Los teléfonos se siguen enchufando a la corriente y se siguen conectando a una red más amplia de cables y operadores físicos. Además, permiten hablar… pero nada más.
La gran diferencia aparece en el cableado: en lugar de carísimos hilos de cobre, la telefonía digital puede usar cables de fibra óptica para hacer el mismo trabajo. Así se consigue una conexión más rápida y una mayor capacidad de transferencia de datos (básicamente permite realizar llamadas con una mayor calidad de audio y menos retardo.
Dicho esto, la telefonía digital de los inicios tenía casi los mismos inconvenientes que la analógica. La cantidad de teléfonos que puedes configurar con este sistema sigue estando limitada por la cantidad de cable que has colocado en tus instalaciones, para empezar. Por otro lado, es difícil añadir servicios adicionales a los teléfonos que usan ese formato, pues el cable de fibra óptica solo puede transferir llamadas de voz.
Telefonía móvil
Podría decirse que la mayor revolución en los servicios de voz es la telefonía móvil, el uso de teléfonos móviles para realizar llamadas de voz. Gracias a sus redes inalámbricas y a las mejoras generales en la tecnología telefónica, ahora se pueden hacer llamadas en cualquier sitio sin estar limitadas por las estructuras físicamente conectadas a la red.
La telefonía móvil funciona reemplazando los cables habituales con una cobertura inalámbrica que se crea mediante antenas de telefonía. Cuando haces una llamada desde un teléfono móvil, el equipo envía una señal usando ondas de radio hasta la antena más cercana y esa torre de telefonía rebota la señal hasta el número que buscas mediante las redes correspondientes.
Hoy, el uso de la telefonía móvil es prácticamente universal, especialmente ahora que la cobertura móvil también incluye el acceso a Internet desde cualquier parte. Aunque en la práctica cualquier empleado podría tener su propia forma de gestionar llamadas fuera de la oficina, vale la pena considerar que puedes hacer que los números de teléfono del trabajo estén accesibles dentro y fuera de las instalaciones de la empresa.
Sin embargo, en lugar de materializar esta posibilidad mediante la telefonía móvil, hay una alternativa más integral.
Telefonía de Internet (VoIP)
Hoy en día, casi cualquier cosa puede conectarse a Internet. Y, como es innegable que nos viene genial poder comunicarnos desde la web, lo más lógico es asumir que la telefonía también está llamada a funcionar en línea.
La telefonía desde Internet tiene varios nombres: telefonía por Protocolo de Internet o Internet Protocol (IP) o voz sobre Protocolo de Internet o Voice over Internet Protocol (VoIP) son solo un par de ejemplos. Pero, en fin, todo es lo mismo: los servicios de llamadas que se transmiten por Internet.
El funcionamiento de la telefonía por internet, por tanto, es muy diferente a los métodos analógicos e incluso digitales. En pocas palabras, se conecta a elementos externos enlazando tu dispositivo mediante internet a tu centralita (Private Branch Exchange o PBX) y después al servidor principal de tu servicio de telefonía. Desde ese servidor se ejecuta la conexión con el usuario externo.
El verdadero punto de inflexión es la conexión a Internet. Como lo que te conecta con otros es la web y no los cables físicos, la telefonía por internet eleva exponencialmente el límite de los dispositivos y números que se pueden usar en una misma ubicación. Con este método, la expansión solo depende de la configuración de tu servicio telefónico y de la PBX asociada.
Igualmente, usar Internet abre la puerta a muchos otros dispositivos que también pueden realizar llamadas telefónicas. Los teléfonos fijos dedicados para el VoIP son una opción muy popular para los usuarios que quieren mantener un planteamiento tradicional de sus llamadas de voz. Además, con la telefonía por internet, los usuarios pueden fácilmente realizar y recibir llamadas usando aplicaciones para smartphones o incluso su ordenador habitual.
En consecuencia, el VoIP permite que los empleados usen su número de teléfono del trabajo desde casa o en sus desplazamientos, igual que si estuvieran en la oficina.
Telefonía SIP
Esta variedad es técnicamente un componente de la telefonía por Internet, pero vale la pena considerarlo por separado por su importancia en las configuraciones telefónicas en las empresas.
SIP, siglas de “Session Initiation Protocol” (Protocolo de Inicio de Sesión), es un componente fundamental de numerosos sistemas VoIP y de telefonía en Internet. Como su propio nombre indica, el SIP es un conjunto de parámetros que le dicen a un sistema telefónico cómo iniciar una sesión de llamada con otro teléfono. En lugar de un sistema telefónico independiente, SIP es parte de la tecnología que permite que funcione la telefonía por Internet.
También vale la pena destacar que el SIP puede hacer que funcionen los intercambios virtuales de material multimedia como los mensajes instantáneos y los vídeos compartidos. Si en lugar de centrarnos en las llamadas de voz pensamos, por ejemplo, en la telefonía con vídeo (usando una imagen en vídeo junto al audio de la llamada de voz), lo más normal es que este SIP aparezca en la ecuación.
Telefonía alojada y telefonía en la nube
La telefonía por Internet también se puede dividir en varias categorías. Uno de los ejemplos más recurrentes es la telefonía alojada, que ha adquirido una popularidad considerable gracias a su practicidad y accesibilidad.
La telefonía alojada también hace referencia a que el servidor principal de tu servicio de telefonía IP esté «alojado» fuera de tus instalaciones, normalmente en las de tu proveedor. Esto contrasta con la telefonía VoIP en tu sede (on-premise), donde la centralita principal existe físicamente en la oficina en cuestión. Al mover la PBX a otro lugar, las empresas no tienen que dedicar espacio al hardware físico ni perder tiempo y dinero en su mantenimiento. En su lugar, solo tienen que conectarse al servidor que se encuentra en otras instalaciones y disfrutar de la telefonía por Internet.
En la práctica, la telefonía alojada se conoce muchas veces como «telefonía en la nube», pues desde la perspectiva del usuario, un sistema alojado es parecido a la mayoría de configuraciones Cloud. Sin embargo, desde el punto de vista técnico, la telefonía en la nube no es tan parecida a la telefonía alojada: mientras la telefonía alojada utilizada un único servidor fuera de la sede de la empresa, la telefonía Cloud aprovecha una infraestructura en la nube mucho más amplia para conseguir una presencia online más distribuida. Eso sí, hay que valorar que esta cuestión surge si entramos en detalle y no afecta mucho a la experiencia de uso del usuario final.
¿Qué servicio de telefonía es adecuado
para mí?
Ahora que hemos explicado qué es la telefonía, hay otras preguntas más prácticas sobre la mesa: ¿qué tipo de telefonía deberías usar tú?
La verdad es que no vale la pena hacer una lista de pros y contras porque la telefonía por Internet es con diferencia la opción más ventajosa y rentable hoy en día. Como ya hemos esbozado, la telefonía analógica ya está de capa caída y te costará encontrar un buen técnico que se dedique a instalar cables de cobre en tus oficinas.
Si bien una instalación para la telefonía digital sigue siendo posible, hay que tener en cuenta que será un proceso caro si no tienes ya instalado el cableado de fibra óptica. Es más, aunque cuentes con una configuración digital, lo más probable es que necesites una instalación adicional para ampliarla y, en cualquier caso, lo máximo que podrás obtener son llamadas de voz.
Con un sistema de telefonía por Internet, sin embargo, la instalación es tan sencilla como conectarte a un módem físico o a un servicio de Internet. Incluso si optas por albergar la configuración en tus instalaciones en lugar de confiar en una alternativa alojada o en la nube, el hardware instalado en tu sede solo tiene que estar conectado a la web y no requiere su propia red de cableado. En consecuencia, cualquier configuración de telefonía IP siempre será más barata y mucho más cómoda de instalar que otras alternativas más obsoletas.
La verdadera cuestión para decidir qué tipo de telefonía es la mejor para ti, en fin, se reduce a otra pregunta: ¿qué tipo de telefonía IP necesitas?
Ya hemos hablado de la telefonía Cloud y de la telefonía alojada como dos opciones, pero insistimos en que no son las únicas vías para crear un sistema de telefonía IP. Es decir, si bien trasladarlo todo al espacio virtual parece mucho más fiable que contar con un proveedor de servicios externo, sigue siendo posible crear un sistema físico en tus instalaciones. En esta modalidad, el hardware para la PBX de Internet y el servidor VoIP se instala físicamente en la ubicación que corresponda.
Aunque esto generalmente requerirá toda una sala para albergar el equipo físico (además de un mantenimiento regular para que el hardware siga funcionando correctamente), una PBX en tus instalaciones proporcionará tecnología VoIP a tu empresa y un amplio abanico de ventajas. Y aún mejor: el sistema será tuyo y te encargarás de usarlo y mantenerlo, algo que puede ser preferible para los que prefieren mantener un mayor control sobre sus sistemas IT (aunque para otros puede ser un lastre).
Sin embargo, también hay que considerar que un sistema VoIP on-premise será más caro que un sistema alojado o en la nube, tanto en su pago inicial como en el coste recurrente. Adicionalmente, mantener el sistema en tus instalaciones por tu cuenta es casi el único beneficio que obtendrás; todas las prestaciones de la telefonía por Internet que conseguirás con el hardware instalado también están disponibles en la nube con un menor coste y un mayor grado de flexibilidad (ya que el sistema en tu sede tendrá que ser modificado si la empresa necesita más teléfonos o extensiones que las previstas inicialmente).
Si quieres más información y detalles sobre las diferencias entre los distintos tipos de telefonía por Internet, consulta nuestro post sobre VoIP.
Reflexiones finales y conclusiones
En los tiempos que corren, es fácil dar por sentado que en un momento podemos coger cualquier dispositivo y, con unos toques o clics, comunicarnos instantáneamente con alguien a kilómetros de distancia. Con la facilidad que ha adquirido el proceso de comunicación, los cimientos de esta tecnología parecen poco importantes y se quedan escondidos bajo la superficie.
Sin embargo, al valorar las comunicaciones con fines empresariales, tener una visión panorámica de qué es la telefonía y cómo funciona tiene una importancia tremenda. Aunque las variedades más antiguas de esta tecnología están ya demasiado obsoletas para merecer una inversión, comprender el funcionamiento de estos métodos anticuados facilita que las empresas aprecien mejor los beneficios que obtienen al cambiar a la telefonía por Internet y el VoIP.
En especial, al pasar de las formas antiguas de telefonía al VoIP, las organizaciones ganan las ventajas de redireccionar las llamadas mediante la infraestructura de comunicación existente. En lugar de apostar por un cableado de cobre o fibra óptica, en la telefonía por Internet los usuarios aprovechan completamente las conexiones virtuales que ya tienen para realizar llamadas.
Esto, por sí solo, ya cambia las reglas del juego cuando se trata de definir la telefonía y, además, al usar Internet, los usuarios también pueden beneficiarse de otras prestaciones como la telefonía con vídeo, los mensajes instantáneos, el análisis de llamadas y mucho más aprovechando la misma conexión web e interfaz.
Desde prácticamente cualquier ángulo (coste, uso o practicidad), la telefonía por Internet consigue subir a la cima de la clasificación en comparación con los sistemas anteriores que hemos descrito en esta publicación.
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